La ola de calor de esta semana llevó los termómetros al límite, al punto que el gobierno de Alberto Fernández dispuso 48 horas de trabajo remoto en todas las dependencias publicas en que eso sea posible y además reclamó a los empresarios que reduzcan la producción para aliviar el consumo energético, pero estamos todavía “en la mitad del río”, porque para llegar a las tormentas anunciadas para este domingo, nos quedan por delante otros dos días abrasadores y el pronóstico puntual para este viernes es volcánico: 42 grados.
Durante estos días el número que se mostraba en los indicadores del SMN para el viernes era de 39 grados, pero esa predicción se modificó para subirla otros tres grados, de manera que el viernes 14 de enero de 2022 apunta a anotarse entre las temperaturas más altas que haya soportado la Ciudad de Buenos Aires en toda su historia.
En efecto, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) anticipó que con esos 42 grados, la jornada se convertiría en la segunda más calurosa jamás vivida en la Ciudad, tornando efímero ese “logro” del último martes con 41,1 grados, pero todavía a alguna distancia de la plusmarca del 29 de enero de 1957, día que los porteños soportaron 43,3 grados. No estamos tan lejos de ir por ese número, vale admitirlo…
Los colores que utiliza el SMn en sus escalas tienen por supuesto al rojo como punto de mayor peligrosidad para la salud, y ese color correspondió obviamente a la tarde de este viernes, horas en las que habrá que apelar a todos los cuidados posibles, sobre todo con los grupos de riesgo o más vulnerables a esta situación.
La hidratación se convertirá, entonces, en el factor clave para poder llegar a ese domingo en que veamos al fines nubes de tormenta sobre la ciudad de Buenos Aires, lluvias cuyas posibilidades treparían al 70% para la tarde del domingo, como respiro de una seguidilla de días verdaderamente devastadores.
En el peor momento del martes llegaron a ser unos 700 mil los usuarios sin luz, y en la noche de este jueves seguían siendo más de 17 mil los hogares todavía sin servicio.
En cuanto al sábado 15, también promete ser duro de soportar, pero con 38 grados de máxima prevista por los especialistas del SMN, su térmica significaría un leve “respiro” respecto a la prueba que nos depara este viernes.
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Como dato anecdótico del terrible impacto del calentamiento global en este verano del hemisferio sur, podemos contar también las penurias australianas: ese país igualó este jueves su día más caluroso de toda la historia, cuando los termómetros de la pequeña ciudad costera de Onslow registraran una temperatura máxima de 50,7 grados.
Esa marca fue medida por la Oficina de Meteorología de esa ciudad de Australia Occidental, e igualó el récord establecido en 1962 en Australia Meridional. Se espera también allá que la ola de calor siga en los próximos días, incluso no se descarta que este viernes se convierta en la nueva plusmarca. Sobre los sufridos habitantes de Onslow, vale contar que además de los 50,7 grados soportados este jueves, hace un mes la zona había sido afectada por enorme incendios forestales.
HB/JFG
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